miércoles, 30 de junio de 2010

El Salat a la luz del Corán y la Sunnah. PARTE 1

ASUNTOS PREVIOS

SOBRE QUIEN REZABA DEPLORABLEMENTE

Narró Abu Huraira:

El Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) entró a la mezquita y una persona lo siguió. El hombre rezó y luego fue hacia el Profeta (Salallahu alehi wa salam) y lo saludó; él regresó el saludo y le dijo: Regresa y reza, porque no has rezado.

El hombre regresó y rezó de la misma forma; entonces regresó y saludó al Profeta (Salallahu alehi wa salam) quien dijo: regresa y reza, porque no has rezado, tres veces.
El hombre le dijo: “Por quién te ha enviado con la verdad, no puedo hacer nada mejor que esto, así que por favor enséñame.”

Él le dijo: Cuando te paras para la oración, dí takbír y luego recitas lo que es fácil para ti del Corán (de lo que sepas de memoria); después inclínate hasta que sientas comodidad en rukú; luego te incorporas y te yergues, luego te prosternas hasta que te sientas cómodo en la sáchda, luego te sientas con calma hasta que te sientes cómodo, y haces así mismo en todas tus oraciones.

Sahih Al Bujari

DIRIGIENDOSE A LA KAABA

Cuando el Mensajero (Salallahu alehi wa salam) se paró para la oración, el se ponía de cara hacia la Caaba, tanto en las oraciones obligatorias como las voluntarias, y él (Salallahu alehi wa salam) lo ordenó, diciéndolo a “alguien que rezaba mal”: Cuando te pares a la oración, realiza la ablución perfectamente, después ponte de cara a la quibla y di el takbír.

“Durante un viaje, él (Salallahu alehi wa salam) rezaba las oraciones voluntarias y las de uiter sobre su montura, como fuera que lo dirigía (ya hubiera sido al este u oeste)”

El dicho de Alá el Exaltado:
“Adondequiera que os volváis, allí está la faz de Alá.” (Corán 2:115)

Para dicho caso, el verso se ajusta a la situación.

“(A veces) cuando intentaba rezar las oraciones no obligatorias sobre su camella, él las hacia de cara a la quibla, diciendo takbír y rezando hacia donde sea que su montura giraba su cara”

“Él hacía rukú y sachda sobre su montura con (solo) estar agachado y haciendo la sachda más abajo que lo que es el rukú”

“Cuando él tenía intención de rezar las oraciones obligatorias, él desmontaba y se dirigía a la quibla.”

En una oración con momentos de gran temor, él (Salallahu alehi wa salam) ponía el ejemplo a su umma para rezar “de pie, firmes sobre sus pies, o montados; de cara a la quibla o no estando (de cara a la quibla)” y también él dijo: “Cuando ellos (los ejércitos) se enfrenten, entonces es el takbír (o sea, la oración) e indicado con la cabeza”.

Él (Salallahu alehi wa salam) también solía decir: Lo que hay entre el oriente y el occidente es la quibla.

Yabir dijo:
“Una vez, cuando estábamos con el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) en una expedición, el cielo estaba nublado, tratamos de encontrar la quibla pero errábamos, así que cada uno de nosotros rezaba en una dirección diferente, y cada uno de nosotros colocó marcas enfrente de sí para poder así marcar nuestras posiciones. En la mañana, las miramos y encontramos que no habíamos rezado hacia la quibla. De modo que se lo informamos al Profeta (Salalalhu alehi wa salam) (pero él no nos ordenó repetir la oración) y dijo: Vuestra oración fue suficiente.”

Él (Salalalhu alehi wa salam) solía rezar hacia Baitul Mucaddas[38] (estando él frente a la Caaba) antes de que los versos siguientes fueran revelados:

“Vemos como vuelves tu rostro al cielo. Haremos, pues, que te vuelvas hacia una dirección que te satisfaga. Vuelve tu rostro hacia la Mezquita Sagrada” (Corán 2:144)

Cuando fue revelado él (inmediatamente) se dirigió a la Caaba. Hubo gente en Qubaa rezando el Fayer cuando alguien llegó a decirles: ‘En verdad que el Mensajero de Alá (Salallahu alehi wa salam) le ha sido revelado del Corán anoche la orden de dirigirse a la Caaba, así que (en verdad) dirigios (a ella)’ Sus rostros que estaban dirigidos al Shám[39], entonces ellos se voltearon (y su imám dio vuelta hacia la quibla junto con todos ellos).”

LA SUTRA Y LA OBLIGACIÓN DE TENER UNA

“Él (Salallahu alehi wa salam) solía estar cerca de la sutra de modo que hubiera tres codos entre él y la pared” y “entre el lugar de su postración y de la pared, con suficiente espacio para que una oveja pudiera pasar.”

Él solía decir: “No recéis sino hacia una sutra y no dejéis que nadie pase enfrente de vosotros, porque si alguien continúa (tratando de pasar) entonces reñidlo, porque tiene un compañero con él (el diablo).”

Él también decía: “Cuando alguno de vosotros reza hacia una sutra, debe acercarse a ella porque el diablo no puede romper la oración.”

En otras (narraciones) se dice: “él buscaba rezar en el pilar que estuviera en la mezquita”
“Cuando él rezó (en un espacio abierto donde no había nada que usar como sutra) él plantaba una lanza en el suelo enfrente de él y rezó hacia ella con la gente detrás de él”. En otras se narra: “él colocaba su montura atravesada y rezaba hacia ella” que no se aplica rezar en el lugar donde los camellos se postran, y algunas veces “él tomaba su silla de montar; la colocaba longitudinalmente y rezaba hacia su extremo.”

Él decía: Cuando uno de vosotros coloca enfrente de él algo tal como un palo al extremo de una montura, debe rezar sin importar que alguien pase más allá de ella.

PROHIBICIÓN DE REZAR FRENTE A LAS TUMBAS

Él (Salallahu alehi wa salam) solía prohibir rezar frente a la tumba diciendo: No recéis ante las tumbas y no os sentéis en ellas.

LA INTENCIÓN

Él (Salllahu alehi wa salam) solía decir: Todas las acciones son por la intención y cada hombre tendrá lo que su intención es.

——NOTAS——

[38] La mezquita de Jerusalén
[39] Una franja que comprende Siria, Líbano, Palestina y Jordania.


Extraido de: "Salat del Nabi", de Sheij Al Albani.
Biblioteca de www.ahlussunnah.cl

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